Hubo un tiempo en el que pensaba que Sony iba a algún lado con lo de las películas protagonizadas por villanos de Spiderman. Más allá por supuesto de no tener que devolver los derechos del personaje a Marvel. A pesar de sus defectos (numerosos y algunos severos) la primera (y parcialmente la segunda también) película de Venom funcionó bastante bien; y dado que el protagonista estaba mejor en manos de sus dueños originales, sonaba interesante el ir haciendo películas de villanos con la intención de llevar a cabo un futuro crossover.

Esto me lo estoy inventando, pero mi especulación es responsable y está fundamentada en lo que se ha hecho. A fin de cuentas, en la segunda entrega de Venom se hacía un cruce bastante directo entre ésta y Spiderman: No way home. Dando a entender que Venom conoce al trepamuros de algo. Para colmo, al final de Morbius también se daba a entender otro cruce bastante directo y, como decía al principio. Cierto plan a futuro en el que el sufrimiento de adaptaciones mediocres quedaría compensado con buenos personajes (interpretados con bastante acierto) a pesar de todo.

Pero el tiempo pasa, no hay ninguna noticia en el horizonte, y para colmo de males la calidad de los guiones de los últimos proyectos (Madame Web y Venom: Last Dance) no ha hecho más que caer en picado. Y encima, las escenas post-créditos (el verdadero motivo por el que se deben ver las películas de superhéroes) brillan por su ausencia. La nueva película del amistoso vecino está en rodaje (mejórate Tom, por lo que más quieras) y aquí no parece que cuaje nada…

Buenas tardes, te presento el pecho de Aaron Taylo-Johnson.

Que no olvidemos, que el protagonista de Kraven, es aquel tirillas que recibía palos hasta en el cielo de la boca en Kick-Ass. Hay que reconocer que el muchacho, con la edad, se ha puesto muuuuuu guapo. Que se ha puesto, muuuuu hermoso. Y que ahora mismo le puedes aparcar un twingo con las puertas abiertas en esa espalda que se le ha quedao. Y no es baladí. Porque para mi sorpresa, la película ha resultado un producto, no sólo muy entretenido, si no con algunas cosas muy bien rematadas. Entre ellas el trabajo físico de Aaron.

Desde el primer momento te crees el personaje. No tanto porque siempre lleve algún diente colgando del cuello (porque soy cazador, ¿sabes?), si no porque en todo momento sabes que lo mismo te caza un guepardo a mano abierta que te da una ostia que te viste de torero. Y voy más allá. Llevamos ya no se cuantas películas de superhéroes (o supervillanos. O antihéroes.) y hay algo en las coreografías de Kraven: El Cazador que destilan muchísima personalidad. Con refuerzo digital o sin él. Lleve o no lleve cables atados a la cintura. Hay algo en la forma de moverse del protagonista de la película cada vez que corre, salta o golpea que siempre recuerda a algún animal. Bravo, porque nadie daba un duro (concretamente ese nadie era yo) y aunque hay cosas mejorables en mi opinión no solicitada; creo que ha quedado un trabajo digno, y sobre todo: con personalidad.

Rusell Crowe también está impecable. Se nota el afán del director por entremezclar algo del Padrino con sus mafiosos rusos y tal, y el señor que lentamente ha devorado al protagonista de Gladiator se marca una interpretación tremendamente gustosa. Tampoco se revoluciona nada, no se cuenta nada que no hayamos visto mil veces (padre dominante, centrado en la valía personal y la fortaleza que humilla constantemente a sus vástagos) pero como digo el peso que aporta el actor (física y actoralmente) ayuda mucho a vender la película.

Y a su lado, el brazo izquierdo de Aaron Taylor-Johnson, y el brazo derecho de Aaron Taylor-Johnson.

Es que madre mía los batidos de huevo que se debe marcar el muchacho para desayunar. Haber llegado aquí sin tener que tirar mierda de la cinta de verdad que me parece un logro verdaderamente remarcable. Sin embargo, como era de esperar, hay bastantes cosas que no acaban de funcionar bien (pero tampoco me voy a enquistar mucho en ellas, nadie quiere ofender al bueno de Aaron). No voy a ahondar mucho en la trama. Cumple de forma muy justita para justificar lo que sí que funciona y ya. Donde no hay mata, no hay patata.

Hay tres personajes más relevantes para la misma que no terminan de estar en el sitio que corresponde. El primero de ellos es su hermano, un personaje conocido de sobra por los amantes del cómic, que si bien sirve para mantener al protagonista tras la pista de sus objetivos toda la trama, no termina de estar bien comprendido del todo y se le podía haber sacado bastante más chicha. Del interés femenino de la cinta voy a hablar lo mismo de ella que aportación a la trama provee: nada. Calypso ni está ni se le espera. Es un personaje que entra por una puerta, suelta un paquete y se va. Cero peso. Cero relevancia.

En el villano principal si que tengo que hacer una breve estación, porque me parece bastante desaprovechado. No es que no me guste como se ha adaptado al Rino al cine; más cambios tiene el propio Kraven y tampoco hay mayor drama. Pero me parece que está metido por el calzador de «este señor caza animales, y la casualidad el Rino es un animal». Es que no hay más. Incluso el origen de sus poderes me parece interesante. Pero no reconozco nada del personaje más allá del nombre. ¿Qué viene bien tener un antagonista capaz de tumbar un camión a cabezazos? Si, claro. Pero lo veo totalmente disociado de la mente criminal mafiosa detrás de todo. No es que me parezca un mal villano, funciona magníficamente a pesar de ser un poquito maniqueo, es que me sobran sus superpoderes…

En definitiva nos encontramos, no sabemos si por agravio comparativo, ante una película muy entretenida, con cosas muy rescatables y que brilla con luz propia en un proyecto que nos ha traído más oscuros que claros. No hay nada más anunciado de momento, así que no sabemos si aprovechar y despedirnos de lo que ha sido este proyecto de villanos de Spiderman en solitario con buen sabor de boca, o mantener ese picor en el cerebro que nos dice que al final, podremos disfrutar todavía más como se merece el verdadero protagonista de la película aunque no aparezca, la araña más famosa del mundo.