Es buen momento para ser fan de Alien. Al maravilloso hecho de que Fox parece haber reactivado la franquicia con el estreno, hace no demasiado, de la fantástica Alien: Romulus y la inminente llegada de la serie de televisión Alien: Earth. Y con Marvel Comics exprimiendo a la Reina de los huevos de oro (aunque en general la mayoría de historias presentadas hasta la fecha son bastante obviables). Nos encontramos con un frente unificado donde la franquicia está creciendo a buen ritmo, con fuertes mimbres y un trabajo de coherencia ejemplar.
De la mano de Titan Books y de Free League Publising, las novelas y juegos de rol de Alien parecen haberse dado la mano y encontrado una sinergia que se está sabiendo aprovechar de maneras muy inteligentes. En el juego de rol en el que podemos interpretar a humanos que deberán intentar sobrevivir a horrores inimaginables en un espacio vacío donde nadie puede oír tus gritos, han decidido llevarnos tras los acontecimientos de Alien3 en una época comprendida aproximadamente entre los años 2183 y 2187 generando un conflicto conocido como La Guerra de la Frontera. Bombardeos orbitales de un extraño patógeno propagado por una fuerza desconocida. Instalaciones secretas prohibidas donde se experimenta con horrores más allá de toda imaginación. Y nosotros, frágiles y vulnerables humanos (y sintéticos) dispuestos a darlo todo para que dichos horrores permanezcan enterrados (o venderlos al mejor postor)
No sólo todas las aventuras y campañas encajan como piezas de relojería dentro del gran esquema de la Guerra de la Frontera. Las novelas de Titan Books están haciendo lo propio, elevando el teatro de operaciones y mostrándonos una visión de conjunto de los movimientos políticos, militares (y de operaciones encubiertas) que aglutinan toda la meta trama de esta época y convirtiendo a las novelas en un complemento perfecto para aquellos que estén disfrutando del juego de rol. Sin fisuras. Con un mimo sorprendente para una saga que nunca se ha preocupado especialmente de su trasfondo o cronología.
El nombre es Hendricks, Zula Hendricks.
Todo lo anteriormente mencionado debería ser suficiente para contentar a cualquier seguidor de la serie. Pero parece que han querido dar un paso más allá haciendo lo más inteligente. Dejando descansar a Ripley. Al situar la acción tras los acontecimientos de Alien3, es por todos bien sabido que la suboficial está muerta y matada. Y dado que ya se cometió el error de resucitarla para la cuarta entrega cinematográfica, y para esos eventos todavía queda un buen puñado de años; la decisión es clara: necesitamos nuevos protagonistas carismáticos.
Dado lo bien que funcionó Alien: Isolation la respuesta parece clara, por qué no usar a Amanda, la hija de Ripley. Podemos contar con un vínculo directo a la protagonista principal, ofreciendo un punto de vista fresco. Y aunque la figura de Amanda es mencionada de vez en cuando (hay que tener en cuenta que para 2183, Ripley Jr. ya debería andar bien entradita en años) y queda algún misterio relevante por aclarar en torno a ella. Se ha optado por otra figura que ofrece mucho más juego y que está resultando no tener nada que envidiar a Ellen Ripley: Zula Hendricks.
La marine Zula Hendricks fue creada para un cómic de Dark Horse (quién por aquel entonces contaba con los derechos de Alien). Con una grave lesión de espalda, la marine desertaba junto al androide Davis 1 (que había sobrepasado su propia programación iniciando un viaje en busca de su propia humanidad). Zula y Davis se convertían en un ejército de dos que buscaba acabar con cualquier operación relacionada con los xenomorfos o Weyland-Yutani. El material perfecto para contar las aventuras que quieras. El gancho además, residía en que como el cómic se publicó en las inmediaciones del estreno de Alien: Isolation, contaba con un cameo de Amanda Ripley, conocida de Zula. Uniendo a ambos personajes bajo un mismo objetivo.
El ALU (o Alien Literarian Universe, que me acabo de inventar)
Poco a poco las novelas de Alien (y de verdad que prometo que vamos a hablar algo de Seventh Circle, que lo pone en mayúsculas y negrita en el título) nos iban presentando situaciones y personajes sin una conexión aparente más allá que el de ser conflictos que formaban parte de la Guerra de la Frontera. Pasito a pasito todos esos eventos inconexos en un primer vistazo, han resultado ser parte de un plan mayor. Una científica y un droide que escapan con un patógeno. Posteriormente reaparecen en otra novela más adelante para ayudar a unos contratistas que se han metido en un lío.
La hermana de uno de los contratistas comienza a investigar su desaparición cuando se encuentra con Davis y el marido de Amanda (que han hecho de lo de desmantelar instalaciones de WY el negocio familiar). Una droide de nueva generación, creada por Davis para ser la hija de Zula. Un joven rescatado por Amanda y Zula de un planeta donde los xenomorfos cazaban colonos, y que acaba viviendo acontecimientos determinantes para el futuro de la galaxia tras unirse a los marines. Al final, todo gira de nuevo en torno a Davis y Zula (y parcialmente Amanda). Incluso podemos ponernos en la negra piel de la marine desertora en el reciente juego de VR: Alien: Rogue Incursion.
Poco a poco, utilizando a una variada caterva de protagonistas (que luego resultan ser secundarios de una historia mayor) se ha ido construyendo una trama mucho más compleja (que además, recordemos que puedes jugar en el juego de rol) con Zula como protagonista. Y si Amanda por esta época ya peina canas, la marine líder de los Chacales (no entro en detalles para no destripar nada) tampoco es una excepción aunque siga al pie del cañón.
The name is Hendricks, Mae Hendricks.
Los hijos son el mejor elemento narrativo para pasar el testigo (esto es así, cabesa). Y en este caso no nos vamos a encontrar con una excepción. Presentada en una de las novelas anteriores pudimos conocer a Mae Hendricks, la hija de Zula y Davis (no voy a entrar en detalles). Siguiendo los acontecimientos de Alien: Inferno’s Fall apenas unos meses después, intentando acabar con unas instalaciones de Weyland Yutani,Mae perderá la memoria (otro clásico). Lo que servirá para que durante toda la trama el personaje se autoanalice (en más de un sentido) y busque su propia identidad, alejada de las de sus padres.
Esto que parece super tópico (y lo es sin pudor alguno, utilizando la amnesia para presentar la narración de forma fragmentada, al más puro estilo Memento) permite establecer con profundidad a un personaje que llega para recoger el testigo de Ellen, Amanda y Zula. Un nuevo personaje femenino (como mandan los cánones de Alien y no lo digo yo) fuerte, arrojado y capaz de salir adelante frente a la adversidad. La trama de la novela por si sola interesa a estas alturas tanto como la de cualquier película del UCM. Con que esté entretenida, ya cumple. Es el viaje superior, el juego de conexiones, el que realmente nos interesa.
En este sentido Alien: Seventh Circle va de más a menos y de menos a más. Empieza fuerte, reconectando los acontecimientos de varias novelas previas (como Inferno’s Fall o Into Charybdis). Lo que nos tendrá enganchado episodio tras episodio en busca de nuevas revelaciones. Luego se pone un poco introspectiva (lo que no está mal, pero todos estamos aquí a estas alturas por el chisme) y finalmente ofrece un tercer acto trepidante donde todo se desplazará y colisionará para encajar en el nuevo status quo. No es la mejor de las novelas, pero es la que definitivamente se me antoja más imprescindible para prepararse a lo que está por llegar en el futuro.




