Creo que todo amante de un medio cultural, debería en algún momento, apuntarse a un club del mismo. De literatura, de cómic, de cine… Probar a descubrir nuevas obras de un medio amado, o redescubrir otras conocidas con un nuevo enfoque proporcionado por la experiencia personal de otros. Ya he comentado en alguna ocasión que formo parte de uno y alguna de las obras que han pasado por nuestras manos, han acabado aquí analizadas, de forma más pública.
The Nice House on the Lake, Saga, El Incal o ahora este Batman: El Largo Halloween. La experiencia está siendo curiosa en lo personal, ya que si bien no he descubierto ninguna obra desconocida para mi, se me ha presentado por fin la excusa de leer historias que llevaban décadas en mi lista de pendientes. He leído muchísimo Batman, clásico, moderno y contemporáneo. Pero como me sucedía con otras obras propuestas en nuestro círculo, Batman: El Largo Halloween proponía resolver una cuenta pendiente con Jeph Loeb y Tim Sale.
No puedes dedicarte a la divulgación, en concreto a la de cómic, y no conocer el trabajo de esta dupla. No por su archiconocida obra del Caballero Oscuro (que aprovecho y me lo quito ya; inspiró la segunda película de la famosa trilogía de Christopher Nolan), son también notables sus obras de «colores» en Marvel como Spiderman: Azul, Daredevil: Amarillo, Hulk: Gris y un poco menos famosa pero igual de buena, Capitán América: Blanco.

Las orejas de Batman, los dientes del Joker, los abdominales de Catwoman…
Vamos a empezar por la parte gráfica, que siempre le damos el mando de primer jugador al guionista. Tim Sale es un maestro del claroscuro. Como bien nos apuntaba un compañero, trabaja sus dibujos con líneas muy finas, poco definidas, y luego las emplasta con enormes masas de negro. Los diseños de sus personajes también rompen el «realismo» para viajar a un mundo más fantástico, más de caricatura sin llegar al convertirlos en dibujos animados.
Esto consigue dos cosas, a mi entender fundamentales, y dependiendo de los gustos personales de cada uno, antitéticas. Al final no es un estilo de dibujo que pueda gustar a todo el mundo ya que huye de la normalidad en busca de terrenos más extremos. Pero a la vez, hace que su trabajo sea reconocible de un primer vistazo. Puedes no haber leído nunca nada de Tim Sale, y con solo mirar una página, saber ya para siempre que es obra de sus lápices y sus tintas.
Para mi, el que la obra de un autor tenga ese grado de personalidad es fundamental. Y sitúa a los artistas capaces de conseguirlo muy por encima de otros que quizás sintonizan mejor con mis gustos personales, o me son (o eran) muy queridos en lo personal, pero independientemente de la calidad de su técnica, poseen un estilo más genérico, más mundano. No estaría mal que si tienes curiosidad por meterte en Batman: El Largo Halloween, le echaras un vistazo al trabajo de Tim Sale y ver que sentimientos de despierta lo que propone.

Venga Batman, investiga un poco o algo…
El texto de El Largo Halloween es harina de otro costal. Y tiene mucha tela que cortar. Y a quién madruga Dios le ayuda. Y me quiere sonar algo de que amanece más temprano… Esta historia de Batman está considerada como una de las mejores jamás escritas sobre el personaje. Y aunque entiendo lo que pueden argumentar sus detractores. Es de estos casos donde cuando el río suena, agua lleva.
Es verdad, Batman sobra en esta aventura, sin su presencia los acontecimientos se resolverían de la misma manera que si se quedara en casa jugando al parchís. De la misma forma que los nazis hubieran encontrado el Arca de la Alianza igualmente en la primera de Indiana Jones. Esto no es bueno ni malo, aunque llama la atención. Tampoco tienen ninguna relevancia la presencia de la galería de villanos del murciélago, que aparecen de uno en uno como estrellas invitadas en cada episodio (luego hablaremos de estructura) y no trascienden más allá del cameo.
Y a pesar de todo, te bebes los trece episodios (uno por cada mes del año con una festividad y un decimotercero que repite la noche de Halloween para resolver la trama). No sólo te los bebes, es que percibes en todo momento la maestría con la que están escritos. Cómo el texto de Jeph Loeb, se mezcla con la creatividad de Tim Sale, haciendo que la narración fluya de la mano de las viñetas. Al final resulta que Batman si que está ahí para algo. Quizás no para hacer avanzar la trama, pero sí para hacer de aglutinante, de metal de aleación sin cuya presencia no se puede forjar algo nuevo.

Menudo año, ¿eh?… Capitán, es marzo…
Todo comienza una noche de Halloween durante la cual el asesino posteriormente apodado como «Festivo» comienza su carrera de muertes contra el imperio criminal de los Falcone. Con el paso de los meses, en cada fecha señalada del año (Acción de Gracias, Navidad, Fin de Año, San Valentín, San Patricio…) irá acumulando víctimas sin que Batman, James Gordon o Harvey Dent tengan la más remota idea de quién puede ser el culpable.
Esto genera un juego de estructura de los que a mi, me perdonan la expresión, me pone muy bruto (como Cantabria a Revilla). Lo de la «novela gráfica» está muy bien para poner el cómic en los escaparates y las listas de los periódicos o la radio. Pero a veces, al leer todo de golpe como si fuera un libro de 300 páginas podemos perder detalles pensados en la propia concepción de la historia y que ayudan al desarrollo de la misma. Con cada grapa de las 13 que componían la obra original, asistíamos a una portada que nos presentaba la festividad en cuestión, cerrando con unas hojas de calendario que iban cayendo en la contraportada marcando el paso de los meses de este año tan largo.
Pero el juego estructural y narrativo no queda ahí. El Largo Halloween es de esas obras que invitan a la relectura. Haciendo que con cada nueva pasada, descubramos algo completamente nuevo. Una experiencia que sólo obras como Watchmen saben conseguir. Probad este ejercicio. Si alguna vez una copia del libro cae en vuestras manos, mirad la primera y última página y comparadlas. No será solo la antítesis de «Yo creo en Gotham / Yo creo en Harvey Dent». Ya únicamente con esas dos imágenes os podéis hacer una idea de lo bien pensada y bien tirada que está esta maxiserie del Caballero Oscuro, por qué es seminal para todo lo que ha llegado después, y por qué deberíais darle una oportunidad…





