Es fascinante como ha evolucionado el mundo del cómic con el paso de las décadas (incluida esta última con el trasvase de Marvel al mundo del cine de forma mucho más organizada). Uno de los conceptos quizás inherentes al medio, especialmente el superheroico, es el de crossover. Juntar a uno o más personajes de varias cabeceras en una misma aventura para deleite de los seguidores de ambos.

Es eso lo que ha fascinado al público mayoritario (y también acabará por fulminar su paciencia) en los cines de todo el mundo durante los últimos quince años. El reconocer a personajes de experiencias previas en nuevos episodios que teóricamente no les correspondían, dando sensación de cohesión y de mundo vivo a cambio de, con el tiempo, exigir al lector/espectador un conocimiento cada vez más profundo del universo en cuestión.

Ahora, como digo, es algo a lo que estamos más que acostumbrados. No obstante, ya en junio de 1940 tuvo lugar el que se conoce oficialmente como el primer cruce de la historia de los comics entre la Antorcha Humana original (no confundir con la de Los 4 Fantásticos) y Namor. Los cruces entre personajes de una misma editorial son una cosa tan frecuente que ya apenas nos sorprenden. Incluso cuando alguna estrella de Marvel o DC comparte cabecera con algún personaje cinematográfico o de alguna editorial de cómics más pequeña. Pero… ¿y entre personajes de las dos editoriales principales?

En esta antena, empezó todo…

Los que se pelean, se desean…

Cruzar a personajes de Marvel o DC (y viceversa) ya no se nos antoja tan sencillo. A fin de cuentas La Casa de las Ideas y La Distinguida Competencia eran (y son, ahora todavía más) enemigos acérrimos en el campo de batalla que eran los kioscos del mundo entero. Si tenemos en cuenta que a día de hoy pertenecen a Disney y Warner respectivamente, la sola idea de que ambas compañías compartan beneficios se nos antoja utópica.

Y aún en el hipotético caso de que esta extraña amalgama hubiera tenido lugar, sin dudas la asociamos a algo ocurrido en los años 90/2000, el momento de mayor caos editorial de la historia del cómic. Donde cualquier estrategia de marketing servía para colocar una grapa extra en los hogares de los niños americanos. Sin embargo, se hizo historia mucho antes, en abril de 1976 los dos personajes que más tebeos vendían de cada editorial se vieron las caras para enfrentarse a Lex Luthor y el Dr. Octopus. Superman vs. The Amazing Spiderman: La Batalla del Siglo. Cuesta imaginar la de reuniones que fueron necesarias sólo para decidir quien iba primero en el título…

Fue tal el impacto de que ambas editoriales lanzaran este título de manera conjunta, y al mismo tiempo tal el esfuerzo editorial, que la fórmula se iría repitiendo con el paso de las décadas, pero ya con cada compañía responsabilizándose de la mitad de las historias, con su competencia supervisando lo que se hacía con sus personajes. Y tendrían que pasar varios años para que volviéramos a ver ambos logos en una misma portada.

Desde grandes protagonistas a los villanos más gargantuescos, nadie se queda sin cruzar con nadie…

Custodia repartida.

Tenemos que dar el salto hasta enero de 1981 para ver como el Hombre de Acero y el Amistoso Vecino volvían a cruzar sus caminos en el Marvel Treasury Edition 28 de Marvel Cómics, mientras que en octubre de ese mismo año Batman y Hulk hacían lo propio en el DC Special Series 27 de la Distinguida Competencia. En agosto del año siguiente se sacaría de nuevo de forma conjunta el Uncanny X-Men and The New Titans 1 para entrar en una sequía de algo más de una década hasta que ambos contendientes decidieran volver a colaborar.

Ya metidos, efectivamente, en plena vorágine de los 90, comenzó el bombardeo. Hasta 12 cruces más llegarían a nuestras manos entre 1994 y el año 2000 (confirmando que nuestras sensaciones sobre la época dorada de estos encuentros no fueran desencaminadas). Dos cruces de Batman y Punisher. Darkseid contra Galactus. Otro par de aventuras de Batman con Spiderman y para Batman con Daredevil. Green Lanter contra Silver Surfer. Silver Surfer contra Superman. Superman contra Los 4 Fantásticos, o contra el Increíble Hulk. Batman de birras con el Capitán América…

Entre 2003 y 2004 tendría lugar el último (y posiblemente el mejor) cruce entre personajes de Marvel y DC con el JLA/Vengadores de Kurt Busiek y George Pérez. Una obra maestra del cómic que por desgracia se ha quedado fuera de este ómnibus. Sospecho que porque es una obra que vendería mucho más fácilmente en solitario dado su tremendo reconocimiento. Esperemos que con la reimpresión de este volumen y el de la Era Amalgam se animen y nos lo traigan más pronto que tarde.

Puro Fleischer Studios…

¡Zas! ¡En toda la nostalgia!

Veinte años después por fin ambas editoriales se han puesto de acuerdo para volver a colaborar y reimprimir estas historias que estaban perdidas en el tiempo y el espacio. Sólo por este motivo, por su relevancia histórica, si eres fan de ambas editoriales este tremendo tochal se me antoja imprescindible. Pero a nivel de calidad de las historias que lo componen… ¿merece la pena?

Depende mucho de qué historia analicemos individualmente. No cabe duda de que en todos los casos, cada editorial le dió el trabajo a sus pesos pesados buscando exprimir todo el talento posible en cada envite. Pero claro, cada cruce es producto de su época. Los 3 primeros derrochan calidad, pero también son productos de épocas que los han convertido con el paso de los años en historias muy inocentes, sobre explicadas y densas. Po su parte, las más recientes, abusan de cuerpos hipertrofiados, testosterona, cosificación y son más insulsos (que bonita es la adolescencia).

Cuando Romita Jr. está inspirado… ESTÁ INSPIRADO…

Quizás me quede, en una pequeña selección personal, con el primer Superman vs. The Amazing Spiderman por el mismo motivo que siempre adoraré Blancanieves y los siete enanitos en el terreno de la animación. Por su carácter pionero. El Punisher/ Batman: Deadly Knights es una gozada visual de John Romita Jr. y no desentona argumentalmente. Las 2 historias de John Byrne (Darkseid vs. Galactus: The Hunger y Batman & Captain América) están muy inspiradas. O el Superman / Fantastic Four que también tiene momentos muy chulos para el recuerdo. The Incredible Hulk vs. Superman es una historia tan emotiva como bien dibujada.

Sea como sea, es difícil valorar estas historias únicamente pensando en su guion y dibujo. Si Marvel y DC se animaran a volver a cruzar los rayos, ahora en pleno nuevo milenio; sin lugar a dudas volvería a ser un evento histórico, independientemente de la calidad del mismo. Poder contar con este pedazo de historia del cómic en un único volumen es en sí mismo un auténtico regalo ya sólo por su relevancia. Y todavía queda un segundo dedicado a la bizarrada que resultó ser Amalgam, pero eso es historia para otro momento…

Lo mismo reparten cera a los nazis, que te venden dentífricos con su sonrisa impoluta…

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