Como conocer Internet es conocer al género humano, me siento en la obligación de aclarar que no existe nada parecismo al fascismo «bien». Ser un fascista esta mal, da igual cual sea tu justificación moral, y esto es algo que la serie refleja con maestría, pero como no hemos venido a hablar de política (otra mentira que os cuelo, en esta vida todo es política), vamos a introducir la serie y ya retomaremos este tema más a abajo.
Pues ya estaría, tras la aceptable Suicide Squad (2021) llega este Peacemaker que sirve de prólogo semi-canónico a lo que será el nuevo Universo DC en cines que arrancó hace poco con Creature Commandos y seguirá este verano con Superman en salas de todo el mundo. Como se que resulta todo muy farragoso, os recuerdo que lo aclaramos todo (más o menos) en este análisis.
Peacemaker coge lo que ya vimos en la mencionada película, lo reduce para adaptarse al presupuesto y formato de una serie televisiva y sigue para adelante sin miedo y sin vergüenza. Lo que me gusta de James Gunn a la hora de desarrollar sus trabajos, es que no esconde de donde vienen. Se enorgullece de ellos y los empodera sin complejos, no importa lo ridículos o absurdos que sean. Será como sea como persona, pero sin duda ama lo que hace y le pone alma.

La desnaturalización de la ultraderecha.
«Hice el juramento de luchar por la paz a cualquier precio, sin importarme cuantos hombres, mujeres y niños tuviera que matar para conseguirla». Sin duda, hay algo en esta frase que no termina de cuadrar, ¿verdad?. Una justificación a las acciones de Peacemaker que ya expresaba en la película de Suicide Squad y que lo revelaban como uno de los personajes menos positivos de la cinta. Teniendo en cuenta que todos los personajes eran negativos (o casi todos) es mucho decir.
Y no es baladí que sea Peacemaker el personaje elegido para esta serie (temas de producción aparte). Por suerte o por desgracia no quedan villanos químicamente puros, todos cuentan con una justificación moral para sus acciones condenables). Cuando además previamente se nos ha presentado al personaje como un antihéroe, no puedes seguir el razonamiento de querer ver el mundo arder. Así que aquí se nos presenta a un Christopher Smith arrepentido en el que un padre deliberadamente nazi y supremacista (no se por qué me molesto en diferenciar los adjetivos) le ha marcado de por vida a ser el pedazo de mierda que es.

Jamil: ¡Oh, Pacificador!
Christopher Smith: ¡Sí!
Jamil: ¡Solo matas a minorías, tío!
Christopher Smith: ¡También mato a bastantes blancos!
Jamil: ¡La proporción es sospechosa, es todo lo que tengo que decir!
Christopher Smith: Si alguien está cometiendo un delito…
Jamil: ¿Sí?
Christopher Smith: ¿se supone que debo controlar cuál es su etnia?
Jamil: No. Pero tienes que vigilar a los blancos tan de cerca como vigilas a la gente de color, ¡para que veas a más de ellos cometiendo delitos!
Christopher Smith: Bien. Eso es… Es un buen argumento. Confiaré menos en los blancos en el futuro, y mataré a un mayor porcentaje de ellos. ¿Está satisfecho?
Jamil: Sí. Gracias.
Al convertir a un medio villano en protagonista de su propia serie, y ponerlo al frente de un reparto compuesto por dos negros, una de ellas lesbiana, una mujer y un hombre gordo y nerd (probablemente incel y curiosamente bastante debatible el hecho de que se trate de una minoría) vamos viendo como toda la filosofía de vida de una persona de ultraderecha va haciendo aguas con cada interacción. Porque él no es malo, él es un heroe y la sociedad woke es la que no le comprende. Aún así (por lo que sea), el discurso no se sostiene, y menos cuando su único punto de apoyo (el personaje de Vigilante) es una persona que claramente no anda bien de la azotea, por muy buen corazón que tenga.

La invasión de los ultracuerpos… POR LA LIBERTAD.
Estoy intentando ser mínimamente metafórico, pero es que no puedo. Es tal y como suena. La invasión de las «mariposas» busca eliminar la individualidad de las personas por una buena causa. Una nueva crítica a sistemas totalitarios erigidos sobre buenas intenciones. Y dejo ya el tema que creo que se me ha entendido. También contamos con bastante «teta, culo, pedo, pis»; pero volvemos a lo mencionado en los análisis de Suicide Squad y Creature Commandos, hay una intención muy clara detrás de esta aparente infantilidad, nada es gratuito, y por eso es divertido.
La serie es, sin romper ningún molde, bastante entretenida. Se construye más sobre los personajes que sobre la trama (a fin de cuentas Gunn, como hemos mencionado, los desarrolla normalmente con bastante acierto). Y sobre todo es muy divertida. Ya desde la cabecera, que presenta un número musical completamente absurdo en el que participa además cualquier personaje de la serie que no sea un figurante, ves que el absurdo y la ironía van a ser el plato principal de cada episodio. Que aunque la trama esté completamente sobada, hay una pensadita detrás de cada guion. Eso siempre es bien, criticas aparte. Como debería hacer el espectador que quiera darle una oportunidad. Lo de criticar a los nazis… es un agradable efecto secundario…




