Siempre han existido colecciones de novelas asociadas a franquicias de éxito. Star Wars, Star Trek, Alien, Predator, Assassin’s Creed, Warhammer. Es una de las formas más económicas de mantener viva una saga, contentando a fans, ampliando el lore de la misma y a la vez haciendo algo de dinero. Porque en general hay muy poca gente que lee, pero los que lo hacen, leen muchísimo y entre unos pocos mantienen viva la industria del libro.

Da la sensación también, de que en los últimos años (quizás la «malvada» Disney haya tenido algo que ver), Fox anda cuidando un poco más la franquicia del xenomorfo favorito de la audiencia. No sólo se ha estrenado en cines el peliculón que es Alien: Romulus y se espera en breve el estreno de la serie Alien: Earth. Hemos tenido un par de videojuegos bastante respetables (Aliens: Fireteam Elite y el sobresaliente Aliens: Dark Descent). También contamos desde hace casi un lustro con un juego de rol excepcional que ha venido un poco a hacer de guía de estilo buscando el conciliar las precuelas de Ridley Scott con el resto de la franquicia.

En el terreno de la novela también se han notado ciertos cambios. Hermanándose con el juego de rol y cogiendo elementos comunes para dar consistencia a la serie y cierta continuidad, alejándose de esas historias autoconclusivas y con cero conexiones con el resto de productos en favor de un «todo» más cohesionado. Ahora casi todos los productos de la saga cuentan con una fecha clara en la que se sitúa la acción lo que hace mucho más sencillo hacerse una idea de cuando sucede cada aventura.

¿Eres más de muslo o pechuga?

Actualmente los productos de Alien vienen en dos sabores diferenciados, a priori, en su titulo. Mientras algunas novelas o juegos reciben el título de Alien a secas (Alien: Isolation, Alien: Earth, Alien: Seventh Circle). Otros lo hacen bajo el epigrafe de su secuela, en plural: Aliens (Aliens: Dark Descent, Aliens: Vasquez, Aliens: Bishop). Aunque no creo que haya una diferencia clara entre unos y otros, en ocasiones da la sensación de que obedece a una nomenclatura por asociación. Cuando los acontecimientos de Aliens son relevantes para la obra en cuestión se utiliza el plural en el título y se deja el singular para el resto de obras (me lo estoy inventando, ¿pero a que tendría sentido?)

En el caso que nos ocupa, nos encontramos con un par de novelas bajo esta nomenclatura: Aliens: Vasquez y Aliens: Bishop. Y las referencias no podrían ser más claras. Ambas orbitan en torno a dos personajes fundamentales en la cinta de James Cameron. Y ambas son secuelas (en mayor o menor medida) de dicha película. En el caso de la primera, que aprovecho para comentar muy brevemente, de forma más tangencial. Porque aunque si que contamos con una primera parte que narra la vida de Vasquez antes de unirse al Cuerpo de Marines, realmente luego los protagonistas son sus hijos, varias décadas después de la secuela de los bichos.

Mucho más interesante es esta Aliens: Bishop. Que recoge el testigo poco tiempo después de los acontecimientos de Alien3 (¿Veis? Ya he echado por tierra mi teoría yo solo). Con Ripley fuera de la ecuación y las tropas de Weyland-Yutani libres de hacer lo que quieran en Fury-161, ¿Qué pasará con los restos de Bishop y el conocimiento sobre la criatura alienígena que alberga su memoria?

Más de lo mismo, pero mejor.

Seamos sinceros, Alien da pa lo que da. En general, cada nueva iteración vuelve a repetir una fórmula testada y funcional. Alguien intenta experimentar con los bichos, no sale bien, los bichos se cargan hasta a los protagonistas de la sala de al lado del cine, girito con el alien en la bodega al final y final abierto que da a entender que nadie ha aprendido nada de la experiencia.

Pero joder, es que funciona a la perfección. Pon le un par de adornos que amplíen poquito a poquito el teatro de operaciones donde sucede todo, invéntate algún bicho nuevo para ser el más original de tu club de escritores (esto me mata, pero lo asumo ya como parte intrínseca de la saga) o recupera algún personaje de obras anteriores como nexo de unión (pero por favor, a Ripley dejádmela ya en paz que descanse la pobre).

Y dentro de esta premisa de churro dentro de la churrería, Aliens: Bishop hace las cosas bastante bien. Coge el formato de novela-río pero a muy pequeña escala. A través de los ojos de la marine Karri Lee, el hermano del Sargento Apone, el propio Bishop, una soldado china y una médico vietnamita se nos narrará toda la acción de la novela. Mucha escena de acción para empujar la trama a golpe de fusil de pulsos, pero se presentan ideas interesantes y sobre todo, se van dejando regalitos para que el fan más abnegado tenga su recompensa a la constancia.

Cada comida un banquete, cada paga una fortuna.

Desde el punto de vista de Apone (hermano) y Karri Lee veremos los intentos del Cuerpo de Marines por encontrar a Bishop (androide) y a su creador Michael Bishop (la casualidad) siguiéndoles la pista desde los acontecimientos de Alien3. Las soldado y médico china y vietnamita serán las que más interacción con los xenomorfos nos proporcionen ya que en la nave en la que se encuentran es donde se están llevando a cabo los experimentos de rigor con las criaturas.

Por último, el tercer palo de esta baraja lo aporta el propio Bishop. Recapitulando lo sucedido en Fury-161 y aportando todo el avance de lore sobre su creador (el que no nos dejaba claro en la película si era humano o no) y los detalles más jugosos para los amantes del lore y las conexiones. Mucha acción como decía antes salpimentada con momentos de introspección del propio Bishop, analizando qué implica ser humano, ser androide, la confianza en los progenitores y la dualidad de terror y fascinación ante la criatura.

No se trata de una novela que vaya a cambiarle la vida al lector. Es más, si no eres muy fan de Alien no merece la pena ni siquiera que te acerques. Nos encontramos ante un producto (como muchos otros de la serie) que está pensado exclusivamente para el fan más acérrimo. Si sientes algo de curiosidad por expandir tu conocimiento sobre la franquicia en el ámbito de la lectura, puede ser un buen punto de entrada al estar más conectado con alguna de las películas y tratarse de una lectura lo suficientemente amena. Si no, quédate con Alien: Romulus que ahí todo roza el sobresaliente.

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