Ya hemos hablado aquí del chocho que tenía montado DC en el cine hasta hace literalmente dos días. Gracias a Creature Commandos superé todos mis prejuicios y (una vez más) me aventuré a darles la enésima oportunidad (por favor Superman no me decepciones). Tal es mi optimismo, que no solo estoy abierto a lo que venga nuevo; decidí que no era mal momento para intentar dar una oportunidad a esos proyectos que «noerancanonperosiporquehanocurridoperonohayLiga deLaJusticiaytusacatuspropiasconclusiones»…
Que además resulta que me habían dicho repetidamente que este Escuadrón Suicida pergeñado por James Gunn (responsable también de Creature Commandos) estaba muy bien. Nada que ver con el despropósito que fue la película original de 2016. Y, a ver, no está mal… Pero no acaba de salir bien la cosa. Y no olvidemos que es el tercer intento de rescatar una franquicia super popular en los cómics y que yo qué queréis que os diga, no le acabo de ver la gracia.
Que si, José Luis, tres intentos, que después de Escuadrón Suicida de 2016 y antes de El Escuadrón Suicida de 2021 tienes por ahí haciendo poco ruido no vaya a ser que la gente repare en ella a Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) que por muy largo que quiera ser el título para despistarnos, es una secuela directa de la primera cinta de 2016.

Más gente que en la guerra…
La película tiene sus puntos fuertes, y no son pocos. Pero el resultado final es el de película de superhéroes olvidable. Y de esas tenemos muchas. Ya está, tampoco hay mucho más malo que decir de ella, por si alguno esperaba un linchamiento público al que sumarse. Lo malo que tiene, es que no es especialmente buena. No hay mas. Viniendo de donde veníamos es todo un logro siquiera que la película exista, doble mérito que de ella haya nacido The Peacemaker y a su vez de esta lo de Creature Commandos.
Pero también tiene muchas cosas buenas, el problema es que es de estas veces que el todo no es más que la suma de las partes. Lo que va a hacer que esta reseña (siempre buscando los puntos positivos) de a entender que la película sea mejor de lo que realmente es. No me importa. Primero, que se nota que Gunn conoce a los personajes y no solo se sabe quién es quién y por que va de mamarracho como va. Los respeta, hasta el punto de que cada secundario tiene su momento de gloria y brilla con luz propia.
Aquí no hace falta un tío con un gancho para explicar que Amanda Waller puede volarle la cabeza a cualquier matao de su Fuerza Especial X con pulsar un botón. Aquí Gunn se molesta en perder, aunque sean un par de minutos, en presentar hasta los personajes más cutres y prescindibles (y algunos lo son MUCHO), pero no están añadidos porque sí, obedecen a un propósito (y siempre podemos contar con Nathan Fillion para levantar cualquier película).

Mama, quiero ser artista.
Al contrario que Escuadrón Suicida de 2016 que decide apostar únicamente en que Will Smith te levante una película (porque Margot Robbie siempre es apuesta segura, ahí no hay fisuras en el plan). En esta ocasión Gunn opta por repartir el peso por todo el casting. Y no podía haber tomado mejor decisión, porque no hay personaje al que no me apetezca ver en pantalla.
Empezando por el duelo entre Idris Elba y John Cena. El empeño en mantener a Viola Davis como Amanda Waller llueva lo que llueva. Da igual a quién mires. Todos están geniales en sus papeles de mierda, y se gustan, se gustan mucho. Y yo no puedo estar mas contento con ello. El argumento no está mal, empieza fuerte además, girito y ya nos metemos en harina. Y el villano final, con amenaza nivel Liga de la Justicia. De nuevo, amor y respeto por los cómics y sobre todo por sus personajes.
Pero no se por qué, luego se hace todo un poco bola. Cuando llega ese momento clásico de «última copa» y exaltación de la amistad, creo que llego cansado. Y donde debería haber empatía con lo que me han gustado los personajes, me arrolla un «a ver si se dejan de historias y se ponen al lío ya». Y no es que no hayan pasado cosas antes. Muchas y muy divertidas. Pero creo que el guión no termina de fluir, hay un cumulo de escenas muy interesantes, pero no interconectan de forma que la diversión pase de una a otra, queda todo muy estanco.

Si lo llego a saber no vengo.
Pero el simple hecho de que hayan conseguido que venga, con el veto que le tenía montado a DC (creo que únicamente se lo ha saltado el The Batman de Matt Reeves, que por cierto, ahora la manía es lo de poner el «the» a las películas para diferenciarse de iteraciones previas. Propongo, ya que nos la pela todo a la hora de traducir títulos, que lo intercambiemos por un «er»: Er Batman, Er Escuadrón Suicida, de nada Warner. Y si, era posible rellenar un parrafo por completo con un pensamiento cruzado y quedarse tan ancho) ya tiene mérito.
Si la reseña de Creature Commandos te llevó a verla (o la descubriste por tu cuenta, que también podría ser y nadie te diría nada), la disfrutaste, y además tienes curiosidad por saber quién es el hijo de Rick Flag, que pasó en Corto Maltese, por qué a Waller ya no le dejan usar personitas para su proyecto de agentes suicidas, qué es el Proyecto Starfish o cualquier parida que no te cuadrara del prólogo del primer episodio de la serie de los monstruos, Escuadrón Suicida es tu solución a un precio de cordura no demasiado elevado.
Si no, siempre puedes acercarte a verla como una opción de rellenar un rato de tu vida con entretenimiento sin complicaciones, que eso también es algo importante con la que nos está cayendo encima y parir una película siempre es un esfuerzo encomiable, resulte como resulte. Mi viaje continuará con The Peacemaker (vaya telita con las 2 escenas post creditos, pero bueno, que ya da igual todo). Ya os contaré que tal la siguiente parada.




